Los autómatas se parecían a lo humanos pero en realidad estos no tenían alma, no sentían pero si demostraban el talento que tienen y tener una función.
En esto se conoce al creador Von Kempelen en el cual se volvió famoso por crear "El Turco" a finales del siglo 18, que este autómata con su almohadón, su pipa y frente de el un tablero de ajedrez. Pero la maquina tenía un truco y no era lo que uno suponía, para esto dependían de una persona que estaba dentro del Turco y desde ahí lo manejaba y guiaba el brazo de la maquina. Esta maquina no solo servia para entretener, desde esto inspiraría otros inventos para la Revolución Industrial como lo fue los telares accionados mecánicamente.
En realidad con esto aprendemos que los seres humanos podemos ser maquinas, que todo esta en nosotros, que podemos transmitir lo que pensamos o las ideas que tenemos y crearlos. Debemos ser consientes en lo que hacemos o hacernos la pregunta ¿Que hacemos aquí?, ¿Cual es nuestro propósito?, o simplemente que es lo que nuestro cuerpo hace que funcione, es ahí donde demostramos que no solo estamos aquí por vivir si no por mucho más.
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